25 de mayo de 2025
Entrevistas

Raúl Rodas de Guatemala: Un barista es el embajador final del café

Raul Rodas, Barista de Guatemala
Raúl Rodas en el World Brewers Cup en Yakarta. donde quedó en el puesto 9.

Raúl Rodas hizo historia en 2012 al convertirse en el primer latinoamericano en ganar el World Barista Championship, celebrado ese año en Viena, Austria. Representando a Guatemala, su triunfo marcó un antes y un después en la escena del café de especialidad en América Latina, posicionando al barismo latino en el mapa mundial y abriendo puertas a una nueva generación de competidores apasionados por la excelencia.

Desde entonces, Rodas ha continuado siendo una figura clave en la industria: con Paradigma Coffee impulsa la innovación en procesos como fermentaciones naturales y anaeróbicas, y se ha dedicado a formar nuevas generaciones de baristas. En 2025 volvió al escenario global participando en el World Brewers Cup en Yakarta, demostrando que su compromiso con el café de calidad y la experimentación sigue más vigente que nunca. En esta ocasión quedó en el noveno puesto. Y para Guatemala, con toda razón, es orgullo nacional. 

Sobre su  presentación en Yakarta, Rodas comenta que fue su segunda participación en un campeonato de brewers. El año pasado compitió en Chicago y ocupó el puesto 15. 

“Este año me propuse llegar a la final… y lo logré. Representar a Guatemala entre 50 países fue un honor enorme. Lo que más me enorgullece es haber llegado a la final con un café guatemalteco”, dice en entrevista con La Ruta del Café Peruano. Usó un geisha de la finca El Injerto -ubicada en las tierras altas de Huehuetenango- y empleó un Hario Switch.

LA RECETA DE RODAS

-16 gramos de café y  220 ml de agua, divididos en dos vertidos de 110 ml.
Optó por verter 110 ml de agua con una turbulencia circular, centrado al inicio y terminando hacia los bordes. Realizó una preinfusión prolongada de 1 minuto con 30 segundos. A los 90 segundos abrió el switch para permitir el paso del agua.

-A los 15 segundos después de abrir el Switch realizó el segundo vertido. Nuevamente 110 ml de agua, aplicando la misma técnica de vertido: fuerte turbulencia y acabado en los bordes. 

LA RESPONSABILIDAD,EL COMPROMISO Y LA PASIÓN DEL BARISTA

Para Rodas, un barista es el embajador final del café. Su responsabilidad es llevar excelencia a cada taza que sirve, sin importar si es para un cliente nuevo o para uno que regresa cada semana: «No basta con saber preparar: debe conocer el grano que está usando, calibrar constantemente, entender el impacto del tueste y del proceso en la bebida final. Y sobre todo, no debe conformarse. Siempre hay margen para mejorar. Cada taza puede ser mejor que la anterior si hay atención, humildad y compromiso». 

¿Qué debe hacer un barista para alcanzar la excelencia?
-La excelencia no es un destino, es una práctica constante. Un barista que aspira a lo más alto necesita sacrificio, apertura y mucha escucha. Sacrificio porque las horas de entrenamiento, calibración y estudio no siempre se ven, pero son la base. Apertura porque en el café no hay una única verdad: lo que funciona hoy puede no funcionar mañana, y cada origen, cada perfil, cada método requiere una mentalidad flexible. Y escucha porque hay que estar atento a lo que dicen otros, a lo que transmite la taza y a lo que se aprende incluso del error. 

¿Qué significa para ti preparar café?
-Preparar café es una pasión. Me da satisfacción sorprender con una taza nueva, distinta, intentar algo mejor cada día. Nunca hay una taza perfecta, pero siempre quieres superar las expectativas, para ti, para tus clientes, para tus amigos, para tu esposa. 

¿Cómo ves el auge de los métodos de filtrado?
Me emociona ver cómo los métodos de filtrado han ganado protagonismo, no solo en competencias sino también en el día a día de las personas. Creo que las competencias han sido clave para empujar la calidad hacia el hogar: lo que antes era exclusivo de un escenario profesional, hoy está al alcance de quienes quieren experimentar desde su cocina. Y eso, para mí, es una revolución silenciosa. Desde la pandemia, mucha gente comenzó a invertir en métodos, molinos, agua de calidad. Se formaron, probaron, fallaron y volvieron a intentarlo. Y eso generó algo importante: consumidores más conscientes, más exigentes. Personas que ahora van a una cafetería y saben distinguir una buena taza, que preguntan por el origen, por el proceso, por el perfil sensorial. Ese cambio de mentalidad mejora el consumo interno en países de origen como el nuestro, pero también impacta a nivel global. Nos hace evolucionar como industria. Nos obliga a todos a elevar el estándar.

“NO SOLO SE TRATA DE PREPARAR UNA BUENA TAZA”

Quizás le han preguntado si es mejor un café filtrado que un espresso. Rodas resalta que son extracciones diferentes: “El filtrado puede mostrar notas más amplias; el espresso, si está bien hecho, tiene una complejidad brutal en poco volumen. No es que uno sea mejor. Son dos monstruos diferentes”.

En su país, desde 2012, los métodos de filtrado comenzaron a instalarse en las barras. Hoy, casi todas las cafeterías de especialidad los ofrecen.  

Raúl no tiene un método favorito. Pero está deslumbrado con el Hario Switch y lo prepara en casa. Hay días de Origami, de Orea o de Kalita. Su ritual con esta maravillosa bebida empieza moliendo 16 gramos de café. 

“El Hario Switch es muy replicable, muy estable, y combina inmersión y vertido. Por eso creo que se ha puesto de moda. Hay pocos métodos que son una combinación de inmersión y de filtrado. Por ejemplo, a mí me encanta mucho el Clever”, comenta Raul, de 38 años. Lleva 20 años en el mundo del café. Empezó estudiando comunicación y diseño, pero un día el café le cambió la vida y hoy sostiene que es la mejor decisión que tomó. 

Parte de su trabajo es educar sobre el café en espacios como Youtube. Con extrema sencillez, Raúl Rodas afirma que su principal motivación es ser embajador del café de Guatemala y dar voz a los productores.  

“No se trata solo de preparar una buena taza, sino de representar algo más grande: a mi país, a los productores, a quienes trabajan día a día por cafés extraordinarios sin recibir siempre el reconocimiento que merecen. Hoy me dedico a buscar cafés verdes para empresas globales y, en ese camino, mi misión es clara: mostrar al mundo la riqueza cafetalera de Guatemala, El Salvador, Colombia y de tantos otros orígenes que aún no se conocen lo suficiente. Hay fincas con historias poderosas, con sabores únicos, pero sin visibilidad. Parte de mi trabajo es darles voz, abrirles una puerta. Eso me sigue moviendo cada día”, explica.

¿Qué sabe del café peruano? Lo ha probado no pocas veces. Me encanta. Perú tiene un perfil de taza muy dulce, con una suavidad que lo hace especial. Creo que es un origen con muchísimo potencial. Hay aún un gran camino por recorrer, pero también una gran promesa. Las veces que he probado café peruano bien trabajado, he encontrado tazas realmente espectaculares. Sin duda, es un país al que hay que seguir mirando y apoyar para que todo ese potencial se exprese cada vez más”. 

.¿Un consejo para los coffee lovers?

-Empiecen por lo básico pero esencial: tener café fresco, de preferencia con tueste claro o medio, que conserve las notas propias del grano y no esté opacado por el amargor del tueste oscuro. Pero sobre todo, si hay algo que realmente transforma la experiencia en casa, es tener un molino. La molienda lo cambia todo. Te da libertad: puedes ajustar el tamaño según el método, jugar con los ratios, extraer notas más florales o más dulces según el café que estés usando. Si usan un café que llega molido todo eso se pierde, pues estás limitado a una sola interpretación del grano. En cambio, con un buen molino puedes explorar. Si bien el agua y la temperatura son claves, la molienda para mí es clave.  

DATO: Su coach fue Danilo Lodi

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